Seguro que la primera vez que pusiste una lavadora lo hiciste sin saber si tu nuevo detergente iba a hacer los milagros que promete. Esto le pasa a todo el mundo y no tiene una solución 100% certera. A la hora de lavar la ropa,entran en juego muchos factores como lo limpia que quede, la suavidad, el olor, que preserve su color, etc. Pues bien, vamos a hacer un pequeño resumen de los detergentes, que son los encargados de «limpiar» la ropa, que podemos encontrar hoy en día.
Detergentes en polvo.
Tienen como pro que son más baratos que el líquido y vienen en tamaños más grandes. Son eficaces a la hora del lavado pero usarlos puede conllevar un mayor mantenimiento de nuestra lavadora, ya que a la larga se acumulan más residuos con este detergente. También pueden dejar restos de polvo en la ropa, sobre todo si nos pasamos con la medida.
Detergente líquido.
Son los más comunes. Hay miles de marcas y olores (marsella,jabón,talco,etc.) y lo principal que debemos fijarnos a la hora de escogerlos es en su espesor. Cuanto más espeso sea el líquido mejor resultado obtendremos al lavar la ropa.
Detergente en pastillas.
Estos detergentes pueden usarse como únicos o añadirlos al detergente líquido. Suelen darle un toque extra de olor pero tienen como consecuencia el mismo problema que el detergente en polvo, abusar de ellos no es bueno para nuestra máquina.
Detergente + Suavizante.
La función del suavizante es la de dar un olor agradable y una suavidad mayor a la ropa. Hoy en día se han creado detergentes que tienen ya incorporado suavizante, es decir, más olor. Si sois de los que os gusta que la ropa huela bastante, os recomiendo usar suavizante por separado bien sea con este detergente o con los demás.
Lo mejor es probar hasta que demos con los productos que nos ofrezcan el resultado que deseamos.
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